Una joya es una pieza delicada, con detalles finos y siempre requerirá el mayor de los cuidados.
Ya sea en oro o en plata, piedras legítimas o zirconios, siempre requerirá un trato especial.
Evita dormir con tus joyas puestas, pues si es una cadena podría enredarse o romperse, si son aretes, dependiendo del tipo de trabador podrían zafarse o algún anillo podría doblarse.
Evita el contacto con productos químicos de cualquier tipo, ya sean cremas, sprays, lociones, entre otros.
Cuando hagas ejercicio no utilices tus joyas, pues pueden lastimarse o perderse.
Muchas veces la luz directa puede obscurecer las joyas de Plata. Evita que esto pase no dejándolas bajo el sol o luz artificial por periodos prolongados.
Limpia tus joyas con una tela fina y eventualmente puedes lavarlas con agua y un jabón suave.